Kike Maíllo: «Para que sea social un robot debe ser necesariamente desobediente»

Entradas, Podcast 3 octubre, 2011 , by Ángeles Gómez

Faltan pocos días para que se estrene Eva, una de las pocas películas españolas de Ciencia Ficción que aborda la temática de la Inteligencia Artificial. Por ello será la encargada de abrir la edición de este año del Festival de Cine Fantástico y de Terror de Sitges el próximo 6 de octubre, y por ello los aficionados a este género que no puedan estar en el festival tendrán que esperar 22 días más para poder saber qué hay detrás de una niña, un científico y la vida artificial creada por él.

Se abre, por tanto, una fase de incertidumbre para su director, Kike Maíllo, y el resto del equipo, que ya cuentan con las buenas críticas recibidas en la Mostra de Venecia. Durante estos días de espera Kike Maíllo ha tenido la amabilidad de hablar para Feedback y Vivir Rodando, el proyecto de Raúl Cornejo.

El director nos habla acerca de los aspectos cinematográficos y científicos de la película que se pueden contar pocos días antes de su estreno. El hecho de que Maíllo haya llegado a estudiar Ciencias Matemáticas y que el productor ejecutivo, Sergi Casamitjana, sea físico, garantiza una aproximación verosímil y trabajada al reto que supone mostrar una historia humana en el contexto de la tecnología robótica.

Eva, realizada por iniciativa de la Escola Superior de Cinema de Catalunya (ESCAC), constituye la ópera prima de Kike Maíllo, quien hace tres años dirigió el videoclip para la tema de Manos de Topo “Es Feo». En la canción se muestra, durante un par de minutos, un preciso y estético mecanismo imprescindible para el desenlace final. En Eva se esperan 95 minutos de mucho más.

Una de las cosas que más delata la sensibilidad y genio de Maíllo es, en mi opinión, su particular análisis de las relaciones entre personas y robots. Para él la esencia no la constituye el hecho de ser humano o máquina, sino la relación de similitud/diferencia y dominio/sumisión que se establecen entre los distintos elementos, independientemente de sus propiedades orgánicas. Lo que han perdido las Matemáticas se lo ha quedado el cine. Esperemos que por muchísimo tiempo.